Es como ir al banco
Por Joyce Meyer
Debido a nuestra fe en Él, nos atrevemos a tener la audacia (coraje y confianza) del libre acceso (un acercamiento sin reservas a Dios con libertad y sin miedo).
- Efesios 3:12 (AMPC)
Nunca debemos sentirnos inseguros cuando nos acercamos a Dios en oración, porque Él conoce todas nuestras debilidades ... y nos ama de todos modos. Quiere darnos más que suficiente, no apenas lo suficiente, y lo recibimos cuando lo pedimos con valentÃa.
Acercarse a Dios con valentÃa en oración puede compararse con ir a un banco para hacer un retiro. Si sé que tengo cincuenta dólares en el banco porque los deposité allà la semana pasada, no dudaré en acercarme a la ventanilla y cobrar un cheque de cincuenta dólares. Sé que el dinero es mÃo, asà que puedo sacarlo del banco si quiero. Cuando presento mi cheque, espero recibir mis cincuenta dólares. Necesitamos acercarnos a Dios con el mismo tipo de valentÃa, no por nuestra propia justicia, sino por el privilegio de ser coherederos con Jesús.
Necesitamos entender lo que está disponible para nosotros gracias a Jesús para que podamos orar con confianza, con la plena expectativa de que recibiremos lo que nos pertenece. Dios ha puesto a nuestra disposición una provisión increÃble en Cristo y simplemente necesitamos pedir en el nombre de Jesús las bendiciones que Él ya ha comprado para nosotros. Cuando luchamos con sentimientos de indignidad, siempre podemos acudir a la Palabra de Dios y dejar que nos recuerde nuestros privilegios como Sus hijos.
PÃdale al EspÃritu Santo que lo ayude a entrar con valentÃa en la presencia de Dios y reciba la ayuda que necesita porque el EspÃritu mismo da testimonio a nuestro espÃritu de que somos hijos de Dios, y si somos hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos con Cristo. (Romanos 8: 16-17 NKJV). Cuando vayas a Él, te tranquilizará y te recordará que perteneces a Dios y que eres más amado de lo que te imaginas.
Iniciador de oración: Padre, gracias porque gracias a Jesús, puedo entrar en Tu presencia con valentÃa y sin vacilar. Ayúdame a recordar eso en los momentos en los que me siento abrumado o indigno de Tu amor. ¡Gracias por brindarme todo lo que necesito hoy! En el nombre de Jesús, amén.
No hay comentarios