NUESTRO EDITORIAL // LA PERDIDA DE AGUA
EL RADAR.COM.-Advertir que el setenta por ciento del
agua que cae sobre el territorio nacional se pierde por falta de presas como
señalan los funcionarios que están al frente de los distintos organismos
relacionados con el preciado lÃquido, es tanto como advertir que estamos desperdiciando una inapreciable e indispensable fuente de
vida.
El señalamiento ha salido a luz en el
curso de la comparecencia en el orientador Almuerzo Semanal del Grupo Corripio
de los respectivos directores de la CAASD, INAPA y el INDRHI, conjuntamente con
los encargados de Operaciones del primero y el de Planificación de este último.
Olvidamos con frecuencia que sin agua es imposible
la vida en el planeta. La existencia de
seres humanos, animales y plantas y todo vestigio de vida se extinguirÃa por falta de la misma. Es un
bien preciado y gratuito con que no obsequia la Naturaleza. Seguramente por ello la mayorÃa no lo
valorizamos lo suficiente ni nos preocupamos
por su conservación y uso racional, siempre partiendo de la conocida
premisa de que “lo que no cuesta, no duele”.
Sin embargo, agua que cae de las nubes y
para la que no disponemos de reservorios, es agua que se pierde
irremisiblemente. Dado que su producción responde a ciclos naturales
cambiantes, perÃodos indeterminados de lluvia y sequÃa alternativos, de ahà la
necesidad de disponer de medios para su conservación.
En nuestro caso, según los funcionarios
del agua que participaron en el encuentro con el acucioso staff periodÃstico
del Grupo Corripio, la falta de suficientes presas para retenerla y
disponer de la misma en tiempo de seca, obliga a racionar su consumo, afecta cultivos esenciales y provoca grandes
pérdidas al ganado.
La solución del problema se hallarÃa en
la construcción de un vasto programa de presas que permita aprovechar al máximo
la producción de agua del paÃs. Esta se fija en 34 mil millones de metros
cúbicos anuales como promedio, de los cuales en épocas normales estamos
requiriendo unos 9 mil, cifra que desciende a 7 mil cuando padecemos de sequÃa.
El potencial de agua existe y la
posibilidad de almacenarla para evitar que se pierda también. Para ello
el director general de INDRHI propone la construcción de nueve presas en
lugares especÃficos y ya determinados. El mismo tomarÃa unos veinte años y
requiriendo una inversión, a costos presentes, de noventa y seis mil millones
de pesos. La cifra parece abismal. Pero si la prorrateamos en el curso de esas
dos décadas, resulta Ãnfima y es perfectamente asimilable sin provocar
desequilibrios presupuestarios. Se trata
de una inversión de vida que como valor agregado sumarÃa a la matriz energética
una cantidad nada despreciable de megavatios de electricidad limpia y barata.
Por demás, tal como se ha señalado en
distintas ocasiones aquà y en otros medios que prestan al tema la atención que
requiere, se precisa tanto de una ley reguladora de la producción y uso del
agua, sobre la cual hay varios proyectos en las Cámaras Legislativas de una
mucho mayor antigüedad que la tan debatida ley de partidos, los cuales se hayan
pendientes de discusión y probación por una lesiva mezcla de intereses y de
irresponsabilidad. Y de igual modo
desarrollar una cultura de preservación y uso del agua que permita forjar una
amplia toma de conciencia sobre la necesidad de hacer un empleo racional y
responsable de la misma porque dada gota
de agua que desperdiciamos equivale a una gota misma de vida que se pierde sin
retorno y sin remedio.MR
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