NUESTRO EDITORIAL // HAINA: CON EL GRITO AL CIELO.
EL RADAR.COM,Desde hace dÃas distintos sectores de la
comunidad de Haina han estado mostrando su oposición a la instalación de un
relleno sanitario en esa zona, donde serÃan vertidos desechos provenientes del
Distrito Nacional, San Cristóbal y otras localidades.
A ese coro de justificadas protestas, se
suma ahora la Asociación de Industrias y Empresas de Haina y la región Sur,
cuyo presidente, Eduardo de Castro, nos remite una misiva conteniendo una serie
de detalles de tal contundencia que ilustran el alto grado de graves perjuicios
que provocarÃa la ejecución del proyecto.
Según la comunicación del señor de
Castro, empresario bien conocido de larga tradición familiar, la cantidad de
desperdicios que serÃan vertidos diariamente en el relleno alcanzarÃa a dos mil 200 toneladas, lo que convertirÃa a
Haina, donde la producción de basura es de apenas 150 toneladas, en un gran zafacón.
Al respecto, de Castro contrasta la
extensión del vertedero de Duquesa que cubre un terreno de 400 mil metros
cuadrados con la de Haina, donde es de tan solo 65 mil metros. En este limitado espacio, se encuentran
instaladas y operan más de un centenar de industrias grandes, medianas y pymes,
que son importantes centros de producción, representan significativos aportes a
la economÃa local y nacional asà como la creación de miles de empleos, todas
cuyas empresas resultarÃan fuertemente afectadas por la contaminación que
emanarÃa del relleno.
La carta que comentamos llama también la atención
sobre el impacto negativo que afectarÃa igualmente el ya de por si congestionado
tráfico vehicular, que se incrementarÃa con la incorporación de decenas de
camiones recolectores, los cuales irÃan a vaciar su contenido en el propuesto
relleno.
La gente de Haina tiene sobrada razón en
poner el grito en el cielo frente este
despropósito. Ya, un tanto perdido en el
recuerdo del tiempo, pero todavÃa latente en la memoria de muchos de sus
habitantes vivos en aquella época, ronda la tenebrosa experiencia que tuvo como
escenario a la comunidad de Puerta del Cielo y como vÃctimas a sus infortunados
moradores, debido a las emanaciones de plomo procedentes de una empresa de
baterÃas. Antes de desaparecer dejó como saldo numerosas personas con graves
lesiones, incluyendo niños, ancianos y mujeres embarazadas provocadas por su
operación sin las menores normas de seguridad ambiental.
BastarÃa ese solo caso para justificar
hasta la saciedad las expresiones de protesta y rechazo que está recibiendo el
proyecto del relleno sanitario. Hacemos coro con ellos para decir: Haina
no es zafacón; es una comunidad
laboriosa que hace grandes aportes de producción, generación de riqueza y trabajo por lo cual merece ser reconocida y tratada
como tal.MR
No hay comentarios