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“Hay que reescribirlos todos”: Editores denuncian errores en libros de texto.


Santo Domingo.- La Asociación de Industrias Editoriales de la República Dominicana (Adierd), ha denunciado que los libros de texto producidos por el Ministerio de Educación, a través del proyecto “Libro Abierto”, que anunció el Ministerio de Educación el pasado mes de febrero, tienen problemas de estructura, conceptuales, gramaticales y otra limitaciones.

“Mira, para afrontar la problemática que tienen estos libros hay una única manera de afrontarla. Recogerlos todos de la plataforma digital y de las escuelas, porque estos libros hay que reescribirlos todos”, dijo María del Jesús de la Rosa Tapia, Miembro Asociación de Editores.

También han identificado errores estructurales, como el mismo hecho de que estén juntas las indicaciones para el maestro y el alumno en el mismo libro, cuando la recomendación es que estén en libros diferentes.

Además, señala que en el libro de matemáticas indican conocimientos esperados del estudiante, más allá de lo comprensible para un niño de 3er grado, que apenas alcanza la edad de 8 años, como pasa con este ejemplo que lee textualmente la Profesora de la Rosa.

Por ejemplo al final de las unidades hay una página para evaluación de lo aprendido, sin embargo entre los puntos evaluados, hay algunos que no son parte de la unidad por ejemplo en la página 19 del libro de Ciencias Sociales de 3r grado de la primaria, cuando pregunta por el único Océano que no está delimitado por tierra y por el más cálido de todos los océanos, o el Más pequeño de todos los océanos, son contenidos que no fueron enunciados antes. Tampoco se explica como hacer un crucigrama que ponen en la unidad.

También los libros cuentan con pocas ilustraciones, cuando los libros para niños pequeños deben tenerlas en abundancia e incluso, algunas de las que tiene están divorciadas de lo que se explica o describe.

Para la académica Maria de Jésus, el problema se extiende a preguntas incoherentes, que desprenden de imágenes que no llevan a razonar las preguntas, pero que tampoco aportan al conocimiento que se pretende estimular en los niños.

En cuanto a los errores de ortografía, han señalado una larga lista como reglas tan básicas como escribir los nombres propios con mayúscula. Por ejemplo República Dominicana y otros nombres como El Canal Mona, aparecen en minúscula. Han identificado problemas en los libros de matemáticas, español y ciencias… Son muchos los errores señalados, pero no podemos ponerlos todos, el tiempo en un reportaje no resulta suficiente.

Juan Colón, Presidente ASEDILIRD entiende que “Esto es un tollo, es una atomización que hay aparte de los cientos de errores que hay en el ochenta por ciento de las páginas o en la gran. O sea, esto es un adefesio”.

Aparte de los problemas visibles, hay otros que tienen que ver con las normativas curriculares vigentes, pues se acusa al Ministro de Educación de saltar procesos aprobando la adecuación curricular mientras se hacían los libros.

Juan Valdez, Observatorio Educativo dijo que se cometió un error garrafal ya que el mismo día que el ministro aprobó esta bibliografía fue el día que aprobó la adecuación curricular en la que se suponía que se basaba el diseño de estos libros.

“Usted no puede hacer un libro sin tener primero un currículo aprobado y revisado”, dijo.

Con el plan Libro Abierto, se hizo la promesa de que los estudiantes del sector público recibirán totalmente gratis para todos los niveles, tanto de forma impresa y en línea , antes de que iniciara este año escolar 2023-2024, todos los libros de texto, elaborados por una unidad editorial designada por el Ministerio de Educación y compuesta por diferentes universidades del país y entidades con enfoque académico y religioso.

Para el Presidente del Observatorio Educativo, Juan Valdez, en este caso hubo un problema de origen y fue no tener un proceso que impulsará propuestas que compitan en calidad para ser elegidas.

“El Ministerio lo que ha hecho es seleccionar a un grupo de instituciones al azar por motus propio, sin seguir los procedimientos de compras y contrataciones y sin un proceso competitivo que es lo más importante”, expresó.

Pero también se ha señalado como punto cuestionable, el inicio de un proyecto por encima de libros ya comprados con anterioridad en la gestión pasada del Ministerio de Educación y aún en vigencia.

“En el año dos mil veintiuno. El señor anterior ministro Roberto Fulcar compró nueve millones ciento veintitrés mil libros, libros de inicial y primaria por un monto de dos mil doscientos millones de pesos. En el año dos mil veintidós entonces compró a las casas editoriales, libros digitales. Ascendente a mil ochocientos veinte millones de pesos. Eso es libro. Tiene vigencia hasta el dos mil veinticinco, según la ordenanza del Ministerio de Educación”, dijo Juan Colón, presidente ASEDILIRD.

El presidente Observatorio Educativo, Juan Valdez, dijo que como Observatorio Educativo hace seis meses están exigiendo al ministro un informe que justifique el cambio de libros de texto, cosa que califica como una violación a la Ley del Libro y la ley general de Educación.

“Los libros que él intenta reemplazar solo tenían un año de vigencia cuando él asumió el puesto y él no podía cambiarlos en un período inferior a cuatro años”, expresó.

En Acción Empresarial por la Educación -Educa- aún están en el proceso de revisión de los libros para identificar los errores y en dos semanas pudieran tener un informe, sin embargo nos confirman que recomendaron desde el principio de la propuesta del Libro Abierto, que era un tiempo muy ambicioso tener este proyecto del Ministerio de Educación en poco más de 6 meses.

El director ejecutivo de Educa, Darwin Caraballo, dijo que los expertos que consultaron a nivel global y los colegas a nivel regional con los que conversamos, nos pasaron la información y que este trabajo para las casas editoriales, especie no menos de dos años de poder producir un material de calidad.

Para el plan Libro Abierto se planificó una inversión de más de 301 millones de pesos, y los errores, que van a generar nuevas impresiones, hay quienes presumen que pueden sumar otros gastos.

“Pero a qué costo, por ejemplo, reimprimir este libro de segundo de primaria con la matrícula actual que tiene el segundo grado sale por más de 20 millones de pesos un solo libro de un solo grado, en este caso en segundo de primaria, según la matrícula actual en este año escolar”, indicó.

Sin embargo entidades como EDUCA, prefieren pensar que los editores deben asumir el costo de cualquier mejora.

Un punto que rebate el Observatorio Educativo, es que no es cierto que los libros del Plan Libro Abierto han resultado más económicos que las compras anteriores de libros realizadas en el Ministerio, según una comparación que realizaron en las compras desde 2013 a la fecha.

El argumento de que los libros iban a salir más baratos es falso, porque los libros ahora cuestan 20 $ más. A pesar de que el costo del papel con que se hace estos libros es 50% más barato ahora que en 2021. Y los libros tienen 67 páginas menos.

Solicitamos una entrevista a través del Departamento de Comunicaciones del Ministerio de Educación para ver su postura frente a este tema, pero no nos confirmaron nunca la entrevista, sin embargo si vimos que el Ministro Ángel Hernández reconoció en los medios errores en dos libros de textos, que dijo serían corregidos y alegó que las denuncias de los editores responde a intereses calificándolos como “El cartel de los editores” que ha obtenido pingües beneficios en torno a los libros de textos. Para este sector en primer lugar es una falta de respeto este calificativo.

Pero fuera de todo esto, hay una realidad, unos libros con errores y que habrá que tomar una decisión antes de seguir llevándolos a las escuelas.

Sin lugar a dudas este año escolar ha iniciado con numerosos retos, desde alumnos afectados porque sus planteles no están aún terminados, como lo denunciamos en febrero del año 2022 y todavía esta semana confirmamos que siguen cerradas La Escuela Rep. de Haití y un pabellón del Liceo Amaury German Aristy.

A esto se suma este tema de los libros, donde hay muchos puntos que explicar, pues no se entiende por qué el Ministerio de Educación, con libros ya aprobados y vigentes, en los que se invirtieron miles de millones de pesos, elije embarcar al país en un proyecto acelerado de 6 meses, dando la responsabilidad a sectores cuya obligación no está vinculada a la realización de libros de textos para niños.

Se espera que más allá de que primen los intereses de un sector u otro, prevalezca el interés de la educación de calidad y el acceso a libros eficientes para los niños del país, donde los expertos en el área realmente pongan sus saberes a disposición de robustecer la calidad de la educación dominicana que tanto se necesita.

Fuente Ndigital.

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