ARTICULO DE OPINIÓN // La crisis de los partidos políticos // POR ALFONSO REYES
EL RADAR.COM,Los partidos
políticos dominicanos son relativamente jóvenes en la actividad más noble
después de la Filosofía, como lo expresara el patricio Juan Pablo Duarte en sus
sabias enseñanzas en el tortuoso camino recorrido que conllevó al proceso
independentista culminado el 27 de Febrero de 1844.
Pero los partidos
políticos del país, contrario a la
mayoría de los del viejos continente europeo, surgieron con un mal de fondo, que muchos denominan “pecado
original”. Ese pecado consiste en la carencia de fundamento ideológico
mediante el cual los militantes asumieran su participación sobre la base de la
defensa de una estructura dirigida al bien común y no a la solución de
problemas individuales.
Esa situación se advierte, a pesar de que algunos de
ellos en sus inicios hicieron intentos
para lograr una base de sustentación ideológica, pero lamentablemente
resultaron fallidos, los ejemplos sobran.
Alguien puede
preguntarse si los partidos podrían reencausarse y lograr lo que se propusieron
en sus inicios, es obvio que la respuesta resulta difícil, sin embargo se puede
advertir que la mayoría, por no decir todos, no está dirigiendo sus pasos hacia
esa finalidad, en este caso los ejemplos también sobran.
Ante esa situación,
el espacio que debió ocupar la doctrina
ideológica para el bien común, ha sido ocupado por el populismo que tiene una
cobertura en gran parte del mundo, especialmente en América Latina. Al populismo
se han agregado otros factores, como la corrupción, tráfico de influencia,
nepotismo y muchísimo otros vicios sociales propios de un modelo político que
conduce a cualquier lugar, pero menos al bien común, que debe ser la razón de
ser de los partidos políticos y obviamente la finalidad de los gobernantes en
un sistema político democrático.
Ante este cuadro,
surgen varias interrogantes, entre ellas, qué pasará con las organizaciones
políticas que llegan al poder, pero la gente que lo lleva no observa soluciones
a los problemas relativos al bien común. Realmente es una respuesta también
difícil, pero podría ocurrir que los partidos vuelvan a sus inicios o que sean
sustituidos por otras modalidades políticas para administrar los recursos del
Estado que en definitiva son recursos de todos los miembros que integran el
colectivo, es decir, la sociedad.
Consecuencias de la ineficiencia en la
administración del Estado a través de los partidos políticos están cerca, en
Venezuela, por ejemplo: dos grandes partidos desaparecieron, como son Acción
Democrática y Copei, debido fundamentalmente a la ineficiencia en la
administración del Estado, dos organizaciones amigas y solidarias con la
República Dominicana.
Estimo que la dirigencia política nacional puede
enderezar la línea política seguida durante décadas y retomar el camino de la
equidad. Porque una de las grandes fallas que ha causado la falta de una
administración dirigida al bien común es la inequidad y en consecuencia la
disminución sustancial del poder adquisitivo de las grandes mayorías, lo cual
no es justo.
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