NUESTRO EDITORIAL // EN SON DE GUERRA.
EL RADAR.COM,No le bastó al cada vez más desacreditado,
impopular, corrupto e ineficiente gobierno que preside Nicolás Maduro,
considerado con mucha ventaja y sobrada razón, como el mandatario más iletrado
e inepto del Continente, con todas las arbitrariedades cometidas para tratar de
debilitar a la oposición previo a las recién efectuadas elecciones congresuales
en Venezuela.
De nada haber despojado a MarÃa Corina
Machado, la diputada más votada, de su curul congresual, vÃctima de una
perversa maquinación; ni enviar a prisión por catorce años a Leopoldo López y
mantenerlo en condición de virtual secuestro; ni apresar al popular alcalde de
Caracas para también meterlo tras rejas y que no pudiera participar en el
proceso electoral; ni dislocar las circunscripciones electorales a favor del
partido gobernante para impedir la apabullante y vergonzosa derrota que sufrió
en las urnas.
Fracasados todos esos intentos e impedida
toda posibilidad de cometer un fraude en las urnas, alterando la realidad de
los cómputos, ahora el hombre cuya ignorancia supina le llevó a afirmar que “Venezuela y Portugal se
encuentran en el mismo continente”, “que los capitalistas especulan y roban
como nosotros” y que “los paÃses del Alba están libres de alfabetismo”, entre
otros tantos disparates, Maduro y sus compinches se han ideado ahora otra forma
de tratar de desconocer el poder otorgado por la inmensa mayorÃa del pueblo
venezolano a favor de los candidatos de la oposición. Estos, en buena lid, conquistaron 112 curules
frente a solo 55 del sector oficial, lo que les conferirá el control de la
Asamblea Legislativa a partir del próximo enero.
Primero, Maduro convocó a sus parciales,
en su mayorÃa empleados públicos de una abultadÃsima nómina burocrática, lo que
aquà llamamos “botelleros” porque cobran sin trabajar, que temen perder sus puestos, a crear un
estado de verdadera insurgencia callejera para oponerse a la futura agenda
legislativa que llevarán los congresistas de la Mesa de Unidad
Democrática. Esta otorga prioridad a la
liberación de los presos polÃticos y a la adopción de medidas urgentes para
frenar el descalabro económico y financiero en que el desgobierno de Maduro ha
sumido el paÃs y el disparo de la inflación hasta alturas estratosféricas asÃ
como el crónico desabastecimiento de productos de primera necesidad.
No bastándole con ello, la actual
Asamblea Legislativa, controlada por el oficialismo y encabezada por Diosdado
Cabello, sobre quien pesan las más graves acusaciones de corrupción y
narcotráfico, es convocada de urgencia para nombrar once magistrados de la
Suprema Corte, de filiación chavista al tiempo de anunciar la creación de un
parlamento paralelo de nombre “comunitario”, asignándole nada menos que un
espacio fÃsico en la misma sede de la Asamblea.
Un grosero gesto de provocación.
Con estas maniobras, Maduro, Cabello y su
maltrecho gobierno están convocando al peligroso juego de la guerra, a través
de la cual pretenden desconocer los resultados de la voluntad popular, sumiendo
al paÃs en un proceso incertidumbre que solo puede conducir al caos y la violencia.
Un intento infame de desestabilizar el paÃs frente al cual es preciso
mantener ojo atento y voluntad de firme rechazo por parte de todos los
gobiernos y pueblos del Continente con
vocación democrática al igual que la ONU y los demás organismos internacionales
que nos se presten a servir de marionetas al juego sucio de Maduro y sus
compinches.MR
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