NUESTRO EDITORIAL /// Auditorias
En la República Dominicana a diferencia de otras naciones son pocas utilizadas las auditorias hechas a instituciones del Estado o descentralizadas.
Las auditorias, que en la mayorÃa de los casos la realiza la llamada a Cámara de Cuenta, arrojan irregularidades o desorden en el manejo de las instituciones.
Sobre todo, en el uso de los recursos económicos asignados por el gobierno o los que producen las propias instituciones.
La Cámara de Cuenta en la República Dominicana no tiene funciones de Ministerio Público, sino la de supervisar la ejecución de fondos, ingresos o presupuestos de instituciones públicas o descentralizadas,
Su titular se ha venido quejando porque algunas instituciones ponen trabas a la hora de sus técnicos entrar a esas instituciones a verificar el manejo de las mismas y realizar algunos experticias de lugar.
No se les suministran los documentos solicitados ni se les facilita el ingreso de los técnicos a algunos archivos, lo que alarga o dificulta realizar una auditorÃa.
Cuando la cámara de cuenta logra realizar su trabajo y lo entrega a las autoridades para que realicen el proceso siguiente, esto no se produce casi nunca.
Solo el interés polÃtico mueve al ministerio público a poner en marcha la acción judicial contra los que cometen irregularidades en las instituciones, y eso debe cambiar. VG
Las auditorias, que en la mayorÃa de los casos la realiza la llamada a Cámara de Cuenta, arrojan irregularidades o desorden en el manejo de las instituciones.
Sobre todo, en el uso de los recursos económicos asignados por el gobierno o los que producen las propias instituciones.
La Cámara de Cuenta en la República Dominicana no tiene funciones de Ministerio Público, sino la de supervisar la ejecución de fondos, ingresos o presupuestos de instituciones públicas o descentralizadas,
Su titular se ha venido quejando porque algunas instituciones ponen trabas a la hora de sus técnicos entrar a esas instituciones a verificar el manejo de las mismas y realizar algunos experticias de lugar.
No se les suministran los documentos solicitados ni se les facilita el ingreso de los técnicos a algunos archivos, lo que alarga o dificulta realizar una auditorÃa.
Cuando la cámara de cuenta logra realizar su trabajo y lo entrega a las autoridades para que realicen el proceso siguiente, esto no se produce casi nunca.
Solo el interés polÃtico mueve al ministerio público a poner en marcha la acción judicial contra los que cometen irregularidades en las instituciones, y eso debe cambiar. VG
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