Articulo de Opinion /// Los Ministros, denominación incorrecta en República Dominicana // Por Alfonso Reyes

A los dominicanos nos acusan en muchas ocasiones de imitar y copiar nombres, modelos, formas, programas, planes y otros formatos tanto internos como procedentes del exterior. Quienes asumen esa crítica no dejan de tener razón en la mayor parte de los casos en que se producen esas críticas y comentarios.

Mucha gente afirma, con sobrada razón, que las copias no son buenas; ciertamente que no lo son; obviamente, las copias no pueden nunca comportarse como el original; sin embargo, otros entienden que se debe copiarse lo bueno, lo que aporte para lograr más eficiencia a la sociedad.

En realidad, nadie parte de cero, es muy difícil establecer hasta que punto un modelo es original; es una verdad axiomática, realmente no necesita demostración; los ejemplos sobran, entre ellos las leyes de Seguridad Social, El Defensor del Pueblo, el último de los cuales criticamos en un artículo anterior, son puras copias, razón por la cual no funcionan, porque no se ajustan a las de origen, no encajan en las realidades de los países a donde se pretende hacer que funciones. Por esa razón, los sociólogos afirman, con mucha razón, que cada grupo social es un grupo social con sus propias características.

Resulta que el caso que nos mueve a escribir estas palabras está marcado por líneas que los especialistas al parecer no han notado. Los países, como la República Dominicana, al igual que cualquier otro, se rigen por sistemas políticos de gobierno. Los sistemas políticos tienen sus propias características y definiciones, en razón de que esas características definen la forma de gobierno, debido a que éstas cumplen con determinadas funciones. República Dominicana tiene un gobierno denominado “PRESIDENCIALISTA”, al igual que Estados Unidos de América y muchos otros, inclusive de otros continentes.

Pero qué significa “sistema presidencialista”, significa que el presidente de la República es jefe de Estado y jefe de Gobierno; condición que no ocurre, por ejemplo en Haití; el vecino Haití tiene un sistema parlamentario o semi-presidencialista. Qué quiere decir sistema semi-presidencialista, quiere decir que el presidente solo es jefe de Estado, pero no jefe de gobierno. Es por esa razón y no por otra que en el vecino Haití hay un Primer Ministro, funcionario que lleva el día a día del funcionamiento del gobierno. Mientras que el presidente tiene otras funciones. Cómo se elige el Primer Ministro, fácil. El presidente propone un candidato al congreso y el congreso lo aprueba o lo rechaza; pero hasta que no sea escogido ese primer ministro, el gobierno no arranca. Ese sistema fue heredado por los haitianos de la colonia francesa en la parte oeste de la isla. Ese mismo sistema de gobierno es el prevaleciente en Francia; pero al lado, su vecino España, tiene otro sistema político de gobierno, “Monarquía Constitucional”, de la que hablaremos en otra oportunidad.

No es visto el primer periodista que le haya preguntado al presidente saliente, Leonel Fernández, por qué no nombró el Primer Ministro. Eso no va a ocurrir mientras en el país existe el sistema político de gobierno que se llama “Presidencialismo”. Es por esa razón que los secretarios de Estado es el nombre correcto para la denominación de los principales colaboradores del Presidente de la República.

Estimo que a un legislador de Estados Unidos de América nunca se le ocurrirá presentar una modificación a la constitución para cambiar los nombres de Secretarios de Estados por el de Ministros. Nótese que en RD las denominaciones de secretarios de Estado fueron cambiadas por las de Ministros, con rango constitucional, pero nunca los autores de ese cambio presentaron la motivación del cambio, no la tenían ni podrán tenerla, por lo que fue una COPIA SIN RESULTADOS POSITIVOS para el país.