ARTICULO DE OPINIÓN // DR-CAFTA 2015 CAMBIAR O MORIR // POR FAUSTO ARAUJO
El Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y los Estados Unidos, conocido como DR-CAFTA por sus siglas en inglés, de aprovecharse oportunamente, independientemente de los grandes retos y desafíos, presenta muchas oportunidades positivas para la economía nacional, en especial para las Micro, Pequeñas y Medinas Empresas.
El convenio –que fue firmado en el año 2004 y ratificado en el 2007- estipula que a partir del 2015 –con la entrada en vigencia del capítulo correspondiente a la industria y agroindustria, el 97% de los productos contemplados en el acuerdo entrarán al territorio nacional libres de impuestos, lo que supone un gran reto y oportunidades para la nación como consecuencia de la liberalización de aranceles.
Aunque aquí –por varias razones obvias- no cabe el refrán de que “lo que es igual no es ventaja,” desde inicio del 2015, algunos productos industriales y agropecuarios procedentes de Estados Unidos y Centroamérica ingresarán al país libres de impuestos para competir con los fabricantes y cosecheros locales, pero –de igual manera- artículos similares nuestros entrarán a los mercados norteamericanos y centroamericanos también sin pagar aranceles.
Mientras para algunos el Tratado beneficiará a diferentes sectores de la economía, debido a que aumentará la posibilidad de acceso al mercado estadounidense, compuesto por más de 274 millones 890 mil consumidores, y el de Centroamérica, con más de 40 millones, otros –entre ellos la Asociación de Industrias de la República Dominicana- aseguran que la industria puede venirse abajo con la desgravación masiva.
No obstante, aconsejan que los productores locales pueden abocarse cuanto antes a implementar una agenda de trabajo común que no solo les impida a ellos sucumbir ante la feroz competencia internacional que le viene encima, sino salir airosos de esos desafíos y aprovechar las oportunidades, puestos que los productos similares manufacturados aquí también entrarían a los países signatarios del tratado libre de aranceles.
La presidenta de la AIRD, Ligia Bonetti, aclara que el sector industrial dominicano “está listo”, ya que “se ha preparado para competir sin ningún temor.” Al mismo tiempo aboga porque el gobierno disponga la aplicación de una serie de políticas ya consensuadas –como los estímulos contemplados en la Ley 392-07- a los fines de enfrentar la desgravación fiscal que implicaría el DR-CAFTA a partir del 2015.
Ante la nueva fase del tratado y consciente de la puesta en vigencia de una sólida alianza entre los sectores público y privado, que permita mitigar los retos del acuerdo y sacar el máximo de oportunidades, el gobierno dominicano a través del Ministerio de Industria y Comercio ha anunciando el lanzamiento de la “Estrategia del DR-CAFTA 2015.”
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