Articulo de Opinión // "La educación dominicana tiene un pecado original" // Por Alfonso Reyes

La educación dominicana tiene un pecado original, el cual comenzó justamente cuando la escuela comenzaba a tomar forma a los fines de ponerse en condiciones de su orientación o en la vía metodológica, sobre la base de un método científico de conocimiento.

 

Ese pecado se funda en el hecho cierto ocurrido para finales del siglo XIX, es decir, para los años 1880, cuando siendo presidente de la República, el llamado padre Billini, se opuso abiertamente a la introducción del modelo o método racionalista de la educación, el cual es totalmente opuesto al memorialista que era el tradicional seguido a pie juntillas por la Iglesia Católica, es decir, la llamada Escolástica que siglos antes era el método aristotélico que dominó la era clásica.

 

En el país, República Dominicana, el educador puertorriqueño, Eugenio María de Hostos, a quien el profesor Juan Bosch escribiera un libro titulado “Hostos el Sembrador”, intentó introducir en el país el método racionalista de la educación, para lo cual se tomaron escuelas que sirvieron de modelos para su implementación, una de ellas fue escuela normal Juan Pablo Duarte, hoy liceo Secundario Juan Pablo Duarte, merecido nombre, agregamos nosotros.

 

En forma resumida, el método o modelo hostosiano consistía en que los estudiantes tenían que resolver los problemas de lógica elemental mediante la vía de la racionalidad, como debe ser, pero no como ocurre ahora en la mayoría de los centros de enseñanza, que es a través de la memorización (recordar lo que dice el texto). Recuerdo que en los años 70s, cuando éramos estudiantes de básica, la profesora de lectura comprensiva le exigía a los educandos que cada uno tenía que escribir la llamada “moraleja”. 

Ese llamado hacía referencia a los estudiantes para que realizaron un resumen  del texto de práctica, el cual era el contenido de lo que el estudiante entendió al leerlo, pero no que memorizara su contenido.

 

Al caerse el método racionalista que intentó introducir el maestro Eugenio María de Hostos, quien era amigo entrañable de la República Dominicana, la educación dominicana es hoy día, lo que es, ni más ni menos. 

En las dos materias fundamentales (Matemáticas y Castellano”), la mayoría de los estudiantes del cualquier centro educativo, público o privado, reprueba esas materias. ¿Por qué esas dos materias son fundamentales? La primera (Matemáticas) es la vía mediante la cual el estudiante desarrolla el razonamiento; y la segunda (Castellano) éste al conocer las reglas del idioma puede comprender todas las restantes asignaturas del conocimiento, sea científico o no.

 

La dificultad consiste en que los estudiantes tienen una formación memorialista, con la cual le resulta imposible resolver un problema que debe resolverse por vía del razonamiento lógico, porque la educación que ha recibido no es racionar.

 

Otra de las consecuencias graves que se advierte en los estudiantes, incluyendo bachilleres y profesionales, es que no pueden mantener una conversación con cierta rigurosidad lógica por más de cinco minutos, lo cual no es mortal para cualquier profesional.

 

Lo peor de todo es que Estado no está trabajando en una línea de acción dirigida a cambiar la situación actual de la educación dominicana. 

Las construcción de aulas y mayor confort es buena para el ambiente que debe prevalecer en los centros de enseñanza; pero es mucho mejor la naturaleza y objetivo de los contenidos que están enseñando…