Mi cuerpo, mi decisión.
Fuente: excelsior.El 4 de marzo fue un día histórico para las mujeres en Francia, con 780 votos a favor y 72 en contra, el parlamento galo votó por la inscripción del aborto en su Constitución. Así, a casi 50 años de su despenalización, esta medida establece una “libertad garantizada” para todas las mujeres francesas a elegir voluntariamente sobre un tema que es tan controversial en muchos países, incluido el nuestro. A pesar de que la medida resultaba de alguna manera innecesaria por la gran apertura y apoyo a los derechos reproductivos, tanto de ideologías de derecha como de izquierda en ese país, los franceses decidieron blindar este derecho en su Carta Magna al ver que hay una tendencia mundial regresiva sobre el tema y además evitar, por si acaso, que las tentaciones populistas de ultraderecha echen por tierra un derecho que ha significado una lucha de medio siglo. Con 85% de franceses a favor de decidir libremente sobre el aborto, Francia se vuelve una referencia mundial para otros países que buscan garantizar libremente este derecho o al menos despenalizarlo. Lo anterior, es significativo en estos tiempos en que el retroceso sobre este derecho ha alcanzado a algunos países, siendo el caso más emblemático y paradójico lo que sucedió en 2022, en Estados Unidos. La Corte Suprema estadunidense puso el dedo en la llaga y anuló la sentencia de la causa Roe contra Wade, que garantizaba constitucionalmente acceder al aborto sin restricciones gubernamentales excesivas, ahora cada estado americano es libre de practicarlo o no, según su decisión. Esto lleva a un impasse a muchas mujeres y niñas que enfrentan esta decisión en estados como Texas donde es Ilegal, versus California donde hay un acceso garantizado. El movimiento #TheForwardFight busca restablecer un derecho que era orgullo de las mujeres americanas desde los años 70. En Europa, otro caso representativo es el de Polonia que, en 2021, dio un paso atrás al acceso al aborto y desde entonces lo prohíbe en casi todas las circunstancias, lo que ha ocasionado que muchas mujeres polacas se vean forzadas a salir de su país para practicarlo en cualquier otro de la eurozona. Por increíble que parezca, tienen más libertad para decidir sobre su cuerpo las mujeres rusas que viven bajo un régimen dictatorial que en Polonia, uno de los países más “católicos y democráticos”. Los nubarrones represivos y regresivos sobre el derecho al aborto soplan también en Latinoamérica, tal es el caso de Nicaragua, gobernado por Daniel Ortega desde 2007. Aunque la legislación del año previo a su llegada aceptaba el aborto bajo ciertas modalidades, para 2008, ya en el poder, derogó esas excepciones del Código Penal, haciendo a un lado los tímidos, pero significativos avances que se tenían sobre el tema en ese país. Por su parte, en El Salvador, de Nayib Bukele, a pesar de dar pasos firmes sobre el tema de seguridad y referir que su país se encamina hacia una agenda progresista en diversos temas, a la fecha mantiene una férrea oposición y califica al aborto, en todas sus formas, como un genocidio. Honduras y República Dominicana siguen de igual forma zanjados en la prohibición total. En nuestro país, desde que la Suprema Corte de Justicia despenalizó el aborto a nivel federal, en 2023, se viven tiempos apacibles sobre el tema, incluso, las dos principales candidatas presidenciales han reiterado su posición de no dar marcha atrás a este derecho y no criminalizar a las mujeres que decidan practicarlo. En vísperas del Día Internacional de la Mujer, Francia le devolvió la esperanza a casi 40% de las mujeres en edad reproductiva que aún viven en el mundo bajo leyes restrictivas1. En los últimos 30 años se avanzó de manera sustancial en la liberalización del aborto, la marea verde sigue conquistando países y dejando claro que, para una mujer, es su cuerpo, es su decisión. 1. De acuerdo con el Centro de Derechos Reproductivos. Columnista: Fernando AguirreImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0
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