Madres a los 15 años y abuelas a los 30.
Fuente: almomento.Más de la mitad de los nacimientos registrados en República Dominicana son de hijos de madres adolescentes, según los datos contenidos en el Anuario de Estadísticas de Salud Pública, de […]Más de la mitad de los nacimientos registrados en República Dominicana son de hijos de madres adolescentes, según los datos contenidos en el Anuario de Estadísticas de Salud Pública, de 118 mil 730 alumbramientos 68 mil 960 un 58% corresponden a madres menores de 18 años. Los embarazos en la población adolescente crecen de manera alarmante, ocasionando serias consecuencias para millares de familias. Esa “embarazosa situación” deja sueños marchitados, vidas truncadas cual frutos cosechados a destiempo. Ciertamente, muchas jovencitas tienen que sacar de la mochila escolar cuadernos y libros para luego colocar pañales y biberones. Algunos se cuestionan, ¿pero si todo tiene su tiempo para qué precipitar la cosecha? Sin embargo, las autoridades de Salud Pública deben intervenir con urgencia para disminuir los números que proyectan esta delicada realidad de niñas que encanecen su espíritu juvenil convirtiéndose en madres a los quince años de edad. Una tendencia que parece no dejar ninguna enseñanza, pues en muchos casos la sorpresa continúa, sobre todo, cuando otro bebé se suma a la cadena ahora en calidad de nieto. ¿Cómo? Así mismo, entonces la señora con apenas treinta cumplidos ya es abuela. “En los sectores populares y marginales, ocho de cada diez jovencitas embarazadas deciden parir. Las dos restantes acuden al aborto. En cambio, en los estratos sociales medios altos y altos, la cifra de las que recurren al aborto es mayor porque en estos grupos la maternidad adolescente es mal vista.” Para algunos expertos consultados, “la sexualidad en los adolescentes parece un juego placentero, pero la maternidad y la paternidad implican una preparación corporal, psicológica, académica, económica y social. No es posible improvisar la venida de un niño, no se quieren justificaciones para el nacimiento de seres no esperados. La adolescencia no es tiempo para procrear sino para formación personal y de prepararnos hacia un porvenir luminoso”. En el país son múltiples los factores que inciden en el fenómeno analizado, no obstante, padres, educadores y funcionarios orientadores del sector de la niñez y la adolescencia, deben desarrollar programas que funcionen como candados colocados antes del robo.También proponer leyes que impidan ciertas situaciones permisibles. Por ejemplo, la venta de bebidas alcohólicas está prohibida, pero los menores acuden a los moteles donde se las venden y los dejan entrar sin presentar ninguna identificación. Para una experta cuestionada, la labor para frenar el exceso de embarazos en las adolescentes es más preventiva que de medidas extremas. Una campaña bien dirigida podría aportar mucho, porque si la juventud es el ahora y el hoy, la niñez es el mañana. El futuro debe llegar con la satisfacción de que la brisa natural ha empujado el barco de la vida a un puerto seguro, no a un inhóspito arrecife de incertidumbre. jpm-am La mayoría son Haitianas, que le cierren esas fábricas temprano,
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