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Abinader no toca tema de alzas en los productos de la canasta familiar

Abinader no toca tema de alzas en los productos de la canasta familiar

SANTO DOMINGO.- Un tema que no tocó el presidente de la República, Luis Abinader, es cómo paliará alzas en los productos de la canasta familiar que preocupa a diversos sectores de la sociedad y económico.

Aunque, reiteró que acordó con los productores la adquisición de una cantidad significativa de pollos y otros productos de la canasta alimenticia para ser vendidos en los barrios populares a través de INESPRE a precios asequibles.

El presidente del bloque de diputados de PRSC, Máximo Castro, aseguró que el mandatario no anunció un plan que pueda disminuir los artículos de primera necesidad, «solo se fue con que hay que producir».

En la rendición de cuentas este 27 de febrero, el mandatario aseguró que el país tiene un sector avícola y porcino muy bien desarrollado y organizado, que es garantía de que la población goce de un suministro estable de carne de pollo, huevo y cerdo.

«Desafortunadamente este sector depende en gran medida de insumos importados cuyos precios, en los mercados internacionales, incluyendo los altos costos de transporte, derivados del aumento del precio del petróleo, han experimentado alzas exorbitantes, que se traducen en aumento de precios para el consumidor local», expresó.

Fragmento del discurso sobre Agricultura

Un sector al que hemos dedicado una atención especial por su impacto en la vida de todos los dominicanos es el agropecuario, consciente de que la agricultura es clave para la recuperación económica por sus aportes a la seguridad alimentaria, la generación de divisas y la creación de empleos.

Al asumir el Gobierno, el pasado 16 de agosto, encontramos un sector agropecuario disperso, carente de planes y con los servicios esenciales sumidos en un profundo deterioro.  El sistema de extensión agrícola a través del cual le llega la asistencia técnica al productor había desaparecido, el mantenimiento a canales de riego y caminos rurales estaba profundamente descuidado, así como también el apoyo a la comercialización.

Este sector estaba endeudado y desmotivado, fruto de un modelo económico que favorecía el consumo de bienes agropecuarios importados en detrimento de la producción nacional.

Solo en la última subasta celebrada en la pasada administración se colectaron mil 47 millones de pesos a través de permisos de importación. Nosotros eliminamos esa carga económica que funcionaba como un impuesto irregular que pagaba el consumidor en sobreprecios de muchos productos alimenticios.

Hoy podemos decir que el campo dominicano está sembrado y la alimentación del pueblo garantizada.

En la actualidad hay sembradas 1.2 millones de tareas de arroz de la primera etapa en excelentes condiciones. A las 450.000 tareas existentes cuando llegamos, sembradas de plátano se han agregado de manera escalonada 50,000 más, para un incremento del 11%. Y ya se ha iniciado la cosecha de 160,000 tareas de habichuelas en el Valle de San Juan que se proyecta como una de las mejores de los últimos años. Se ha logrado una cosecha récord de cebolla de más de un millón de quintales. De la cosecha de tomate industrial se espera una producción extraordinaria superior a los 5.2 millones de quintales. la producción de vegetales en invernaderos se ha aumentado de 12.6 millones de libras por mes el año pasado a 20 millones por mes en este año, para un crecimiento del 58%.

Estamos dando un gran impulso a los cultivos de exportación como el cacao mediante un programa coordinado con el sector privado que contempla la inversión de más de 6 mil millones de pesos para su rehabilitación y siembra de clones de alta calidad y rendimiento. Igualmente estamos apoyando los cultivos de banano, tabaco, aguacate, mango y muchas otras frutas altamente demandadas en los mercados internacionales.

Para el café, el Ministerio de Agricultura ejecuta un plan conjuntamente con el sector privado, dirigido a recuperar más de un millón de tareas que fueron abandonadas debido a la presencia de enfermedades y falta de apoyo oficial.

El país tiene un sector avícola y porcino muy bien desarrollado y organizado, que es garantía de que la población goce de un suministro estable de carne de pollo, huevo y cerdo. Desafortunadamente este sector depende en gran medida de insumos importados cuyos precios, en los mercados internacionales, incluyendo los altos costos de transporte, derivados del aumento del precio del petróleo, han experimentado alzas exorbitantes, que se traducen en aumento de precios para el consumidor local.

A nosotros nos duele cada vez que se produce un aumento de precio, por mínimo que sea, que afecta el poder adquisitivo, principalmente, de nuestra población de menores ingresos. Por eso hemos acordado con los productores la adquisición de una cantidad significativa de pollos y otros productos de la canasta alimenticia para ser vendidos en los barrios populares a través de INESPRE a precios asequibles.

Como parte de nuestra respuesta a la situación de los insumos para la alimentación animal se tiene programada la siembra de 320 mil tareas de maíz y sorgo con apoyo gubernamental en preparación de tierra, semilla, crédito y garantía de compra por parte del sector privado. De esa manera evitamos las importaciones y las fluctuaciones de los precios internacionales.

En todo caso, parte importante de estos aumentos se deben a las distorsiones creadas por la crisis económica como consecuencia de la pandemia. Economistas y especialistas consideran que en los próximos meses muchos de estos insumos volverán a sus precios anteriores.

El programa de financiamiento a tasa cero del Banco Agrícola también es una muestra de nuestro compromiso con la agricultura. Hasta la fecha, más de 12 mil productores pequeños medianos y grandes han sido beneficiados mediante préstamos individuales y asociativos.

Consciente de la eficacia de las cooperativas como modelo de organización económica, hemos instruido al Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (IDECOOP) a ejecutar un plan de fortalecimiento y creación de cooperativas rurales, que contribuya al manejo conjunto de los servicios de créditos, procesamiento y comercialización de las cosechas de los pequeños productores.

Igualmente hemos creado una instancia de coordinación de las instituciones del sector agropecuario y el Instituto de Bienestar estudiantil INABIE para que los alimentos servidos en los programas escolares sean en base a productos de producción nacional y con la participación de las cooperativas rurales. Incluso las sardinas importadas que hoy se sirven en las raciones escolares, procuraremos que sea sustituidas por especies de crianza local.

Como ven, con nosotros la agricultura está cambiando.

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