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Amor, ¡incluso cuando no se lo merecen!



Pero Dios muestra y prueba claramente su [propio] amor por nosotros por el hecho de que cuando todavía éramos pecadores, Cristo (el Mesías, el Ungido) murió por nosotros.
- Romanos 5: 8 (AMPC)


Una de las cosas más hermosas que dice la Biblia es que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Él no esperó a que mereciéramos su amor; Él nos ama incondicionalmente, y lo hizo incluso antes de que pudiéramos amarlo a Él. Para ser honesto, para muchos de nosotros es difícil de comprender porque estamos muy acostumbrados a tener que ganarnos y merecerlo todo en la vida.

Dios es rico en misericordia, y para satisfacer el gran, maravilloso e intenso amor con el que nos ama, derramó su vida por nosotros libremente (ver Efesios 2: 4). ¡Eso es amor revolucionario! El amor real y revolucionario debe entregarse a sí mismo; nunca puede contentarse con hacer menos. Es el amor incondicional de Dios lo que nos atrae hacia Él, y es nuestro amor incondicional hacia los demás en Su nombre lo que atraerá a otros hacia Él. Él quiere que amemos a las personas de la misma manera que Él nos ama a nosotros, plenamente y sin dudarlo.

El amor humano encuentra imposible amar incondicionalmente, pero tenemos el amor de Dios en nosotros como creyentes en Jesucristo, y podemos dejar que ese amor fluya libremente, sin condiciones. El amor del hombre falla, pero el de Dios no. El amor del hombre llega a su fin, pero el de Dios no. A veces encuentro que aunque no puedo amar a una persona con mi propia fuerza humana, puedo amarla con el amor de Dios.

El verdadero amor de Jesús no depende de los sentimientos, se basa en la decisión. Ayudaré a cualquiera que necesite ayuda, a menos que ayudarlos finalmente los lastime. No tienen por qué merecerlo. De hecho, a veces pienso que cuanto menos se lo merecen, más hermoso e impactante es. Es absolutamente liberador poder amar a las personas sin detenerse a preguntar si se lo merecen.

Te animo a que le pidas a Dios que te dé el poder de amar a las personas que te rodean hoy con Su amor perfecto. Cuando lo hagas, Él lo hará.

Principio de oración: Padre, por favor ayúdame a amar a las personas que me rodean hoy con Tu amor perfecto e incondicional. Gracias por amarme tan profundamente. En el nombre de Jesús, amén.
 
Por Joyce Meyer

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